Ligues sin ataduras Chillán
Tener que salvar mi alma en este cuerpo tan grandote Otras chicas encantadoras: Mujeres buscando sexo Rincón de la Victoria, Masaje íntimo Alzira, Encuentros calientes el Baix Guinardó
Para colmo, después de una fiesta, una bruja hechiza a los Van Kieren y los condena a convertirse en el personaje del que van disfrazados: de repente son una vampira, Frankenstein, la momia y el hombre lobo. Y y o pensé: « Pues sí que quiero a mi familia». El móvil sonó por enésima vez mientras estaba trabajando en mi pequeña librería. Primero había llamado Ada, mi hija adolescente, para prepararme anímicamente porque había suspendido por desgracia, tenía el mismo talento para las mates que un perro labrador.
Probablemente para comunicarme que, como cada día, llegaría tarde a casa de la oficina. Algunos días parecía que los hunos la hubieran arrasado. Acompañados por elefantes. Y ogros. Y Britney Spears. Y pensé con tristeza que hubo un tiempo en que y o quería a mi familia incondicionalmente.
Eso fue antes de que nos visitaran los monstruos habituales: estrés profesional, crisis de los cuarenta y pubertad. Sí, los Von Kieren habíamos sido una familia feliz. Aunque lo deseaba con toda mi alma. Mientras añoraba los viejos tiempos, por delante del escaparate de mi librería.
Chey enne sonrió con picardía. Y mientras y o ponía cara de « me han pillado» , ella señaló—: Ese chico podría ser tu hijo. Dios mío, Chey enne tenía razón. Yo estaba a finales de los treinta y él, como mucho, a principios de los veinte. Y me quedaba encandilada mirando a un chico tan joven.
Qué vergüenza. De hecho, con todo el estrés que Frank y y o teníamos en el trabajo y con los niños, practicar el sexo regularmente era ciencia ficción para nosotros. Bebió otro sorbo de té y prosiguió gozosa: —Werner es casi tan buen amante como Carlos en otra época, durante el otoño caliente de Italia. A Chey enne le encantaba hablarme de sus ex amantes, de los hombres que se había cepillado a lo largo de décadas, de Yusuf, de Mumbato o de Mao… Y a mí me gustaba escuchar sus historias de países lejanos.